Existe una prueba denominada Test del Reloj (o Test de Shulman) que seguramente no conozcas. Sirve para detectar posibles riesgos de Alzheimer o Parkinson y evaluar las capacidades cognitivas de las personas. Tiene un nombre sencillo y hace alusión a su realización, pues consiste, simple y llanamente, en dibujar relojes.
Hace una semanas te hablábamos de ciertas señales que podían advertir a los familiares la aparición del Alzhéimer. Aunque existen distintos tipos de pruebas a nivel médico, la más famosa consiste en pedirle al paciente que dibuje un reloj con todas sus horas y que apunte las manecillas hacia una hora determinada. Esta actividad tan simple nos ofrece informaciones tan importantes como la percepción visual, coordinación viso-motora, capacidad viso-constructiva, planificación y ejecución motora.
En este dibujo nos fijaremos en tres aspectos clave: dibujar el reloj lo más redondo posible, colocar de forma ordenada todos los números en sus respectivas horas y, por último, colocar las manecillas mirando a la hora en las que se le ha indicado al paciente.
Existe una prueba parecida consistente en copiar un dibujo de un reloj de forma lo más exacta posible.
¿Qué diagnostica este tipo de pruebas?
Aunque parezca fácil, este tipo de pruebas requieren un buen uso de nuestra organización visual y motora, memoria y planificación. Cuanta más baja sea la puntuación, mayor es el deterioro cognitivo del paciente. Así, se irán dando diferentes puntuaciones separadas entre la esfera, las manecillas y las horas para, finalmente, sumarlas todas, lo que nos dará una puntuación del 0 al 10.
Debido que para la realización de la prueba se requieren distintas áreas cognitivas, una puntuación baja nos dirá que hay ciertas áreas del cerebro del paciente que no funcionan como deberían.
Sin duda, una forma fácil de diagnosticar posibles enfermedades.
