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Sentirse útil, vital para la tercera edad

    tercera edad

    Son muchas las veces en las que hemos hecho hincapié en la importancia de sentirse útil en la tercera edad. Mantenerse activo, sentir que se vale algo en la sociedad y no verse apartado al haber llegado acierta edad, aumenta considerablemente la felicidad de nuestros mayores.

    No hay nada más deprimente que tener una serie de cualidades y no poder hacer uso de ellas. Esto les pasa a muchos ancianos, completamente llenos de vida y con plenas capacidades mentales, a los que parece que, por el hecho de haber cumplido años, hay que quitar voz y voto.

    Aportar experiencia y sentirse escuchado es vital para ser feliz. Y el problema comienza cuando la sociedad  no está mentalizada para que eso suceda y, en lugar de empaparnos de la experiencia de aquellos que más saben, los excluimos a una esquina donde no haga ruido.

    El envejecimiento activo es problema de todos, y por eso se convierte en la solución que todos debemos tener en mente.

    Hay muchas cosas que una persona perteneciente a la tercera edad no estará capacitado a hacer, pero eso no le excluye de todas las actividades sociales que se realizan en el día a día. Además, aunque no siempre sea posible, el tener un papel clave en el crecimiento de sus nietos les ayuda a conservar ese grado de sabiduría y enseñanza, a la vez que toman conciencia del paso del tiempo.

    Por supuesto, hacer deporte y tomar parte de las distintas actividades a lo largo de sus días les ayudará a darse cuenta de sus capacitaciones, que no son pocas. Y para eso, somos los demás, aquellos que miramos desde la barrera en muchas ocasiones, los que debemos tener en mente que nuestro futuro se encuentra delante de nosotros. Nadie mejor para advertirnos y enseñarnos sobre nuestra propia vida.